Bastó una brocha y pintura blanca, para que las dirigentes de la Asociación de Detenidos Desaparecidos de Chile, con verdadera autoridad moral, tacharan de la loza los nombres de los falsos detenidos desaparecidos en el Memorial que los recuerda. Dieron un claro mensaje: esto se borra de esta manera, pero el sufrimiento de los familiares no, es eterno.En la conciencia de los gobiernos de turno queda aún el fantasma de la falta de voluntad política para que, con verdad y justicia se resuelva de una vez por todas el tema de las violaciones de los derechos humanos. El tema es mas profundo que tres, cuatro o cinco falsos detenidos desaparecidos, nadie puede negar, ni tapar el sol con un dedo. En Chile, durante la dictadura del General Pinochet, se violaban los derechos humanos y aún hay casos sin resolver, es ese el tema de fondo, no el aprovechamiento político que hace la derecha del tema, por unos cuantos descarados que se aprovecharon del sufrimiento ajeno para dar falsos antecedentes a la Comisión, de la cual, nadie duda de su buena fe. Existen militares confesos y en prisión por asesinatos contra personas adeptas al gobierno de la Unidad Popular y otros luchadores contra la dictadura de Pinochet, además de otros procesos pendientes.
No nos desviemos, las preguntas de fondo son ¿dónde están? y ¿quién los mató?.
